Pulverización de epoxi

Aunque es posible rociar WEST SYSTEM® Epoxy, recomendamos encarecidamente que no lo haga. Dejando de lado las dificultades prácticas, incluidos los gastos de equipo, los problemas de salud y seguridad asociados con la pulverización de epoxi son enormes.

Para rociar epoxi de manera efectiva y obtener un acabado deseable, debe atomizarse. A medida que el epoxi sale de la boquilla de la pistola rociadora, se reduce a pequeñas gotas (niebla de rociado). La mayor parte de la neblina de rociado que no cae sobre la superficie que se está rociando permanecerá en el aire durante algún tiempo antes de asentarse en el suelo.

Mientras la niebla está suspendida en el aire, es probable que se inhale, causando irritación o quemaduras en las vías respiratorias, sensibilización, neumonía química y otras complicaciones de salud graves. La neblina de rociado que se asienta sobre la piel o los ojos sin protección puede provocar lesiones en los ojos, sensibilización de la piel y reacciones alérgicas. La pulverización aumenta la cantidad de componentes volátiles peligrosos que se liberan del epoxi, en comparación con otros métodos de aplicación.

Además, el uso de solventes para diluir el epoxi para que pueda rociarse presenta riesgos igualmente peligrosos para la salud y la seguridad. Los peligros relacionados con los solventes serían similares a los de cualquier operación de pintura por aspersión e implicarían preocupaciones tanto para la salud como para las explosiones.

Si está decidido a rociar epoxi, los pasos de control de peligros son cruciales. El control de vapores peligrosos o neblina de rociado se logra mejor con aislamiento y cerramiento, como una cabina de rociado correctamente diseñada, ventilada y filtrada. En cualquier caso, si está rociando epoxi, el uso de un respirador con suministro de aire y equipo de protección de cuerpo completo es absolutamente obligatorio.—De “Rociar epoxi es una mala idea” por Glenn House, número 6 de Epoxyworks